martes, 24 de mayo de 2011

PARQUE TEMÁTICO EN SOL. ¿indignados o dirigidos?


PARQUE TEMÁTICO EN SOL.
Pasada la euforia electoral, en democracia solo queda aceptar el designio de las urnas y esperar que los designados para gobernar el país, las comunidades o ayuntamientos sean eficientes en su gestión; si bien es cierto que en democracia todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión o quejas, no es menos cierto que ese derecho a la libertad de expresión u opinión no debe jamás menoscabar el derecho de terceros, su vida diaria o el ejercicio de su profesión, eso incluye a negocios, periodistas, transeúntes etc.
Lo que comenzó como una protesta cívica denominada movimiento del 15 de mayo, no ha tardado demasiado en enseñar su verdadero color, un color rancio que exige como soluciones al problema precisamente aquello que originó el problema, es decir, más estado y menos mercado, lo que es igual a menor libertad, menor desarrollo económico, menor bienestar y más intervencionismo; como si no fuese ya bastante pernicioso este insostenible estado de autonomías que ha generado un sistema burocrático ¿o tal vez burrocrático? que no beneficia más que a aquellos que viven del mismo a expensas del sudor ajeno.
Si algo ha demostrado la historia hasta la saciedad es que sólo la iniciativa privada y el libre mercado genera una riqueza que a su vez genera bienestar y libertad; si algo ha demostrado la historia hasta la saciedad es que a mayor intervencionismo estatal menor es la riqueza, como también son menos las posibilidades de que crezca el tejido social de las clases medias que son el verdadero motor económico de cualquier nación. No nos engañemos, no existe la perfección, pero lo que debemos buscar es el sistema menos imperfecto, y ese sistema solo puede llegar dentro de un marco lo menos intervencionista posible. Independientemente de los delirios, imagino que magnificados por el botellón y la ingesta de drogas de los acampados (que no indignados), todos sabemos, o deberíamos saber que en los paraísos socialistas sólo existe una clase opresora (el estado) y una clase oprimida (el conjunto de la nación que sufre el socialismo) hablo de los acampados porque a día de hoy los indignados son los comerciantes que sufren pérdidas, como también son indignados los vecinos de la zona o cualquier transeúnte que camine por allí  debido al parque temático que con coreografía de Hoz y Martini y música de la internacional, han pasado a ser un problema en lugar de un grupo cívico de protesta.
Es curioso que quienes protestan contra el sistema no lo hagan en el lugar adecuado, es decir frente a las cortes, por si no supiesen encontrarlas les recomiendo como referencia que busquen un edificio con dos leones a las puertas, no tiene pérdida, está algo más abajo de su lugar de acampada y lleno de coches oficiales. Si bien es cierto que en un comienzo llegué a sentir cierta simpatía por dicho  movimiento nada espontaneo y bien orquestado por el AGITPRO del partido comunista, no es menos cierto la profunda antipatía que me produce actualmente.
Señores váyanse a sus casas, si aman la democracia (cosa que dudo) su protesta ya no tiene lugar, y menos aún en el lugar que han elegido.  

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