Para Almudena con todo mi cariño, pues sin pretenderlo la sencillez de su mirada bajo la noche hizo de ella mi musa.
Rosario de luces engarza
el misterio central de la noche
en la palidez de un duermevela
y tal vez tus ojos sean oraciones
caídas desde el fulgor celeste
No comprendo los secretos
que encierran las cuentas de tu mirada
ni entiendo de algoritmos
que descifren
la quietud de sus silencios.
En el fondo no es necesario
intentar descifrar la belleza
que encierran los arcanos nocturnos,
la claridad acrisolada de tu mirada
o cualquier poema trasnochador.
Los minutos se desgranan uno a uno /
por la oscuridad del reloj de arena/
insomne de la inspiración,
y me siento un poco búho
asomado a la ventana de las horas.
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