viernes, 31 de julio de 2015

¡A LA HOGUERA!



Ve con cuidado, pues la vida está llena de pasos
de cebra tatuados sobre garras de tigre y fauces de lobo.
No confundas cualquier sonrisa con la mueca cadavérica
maquillada con aderezo para salir del paso.
Cuida tus palabras y gestos de felicidad y esconde tus triunfos
a las figuras fantasmáticas que rodean tu micro universo,
pues no todos los que salen a contemplar la noche
lo hacen para maravillarse de la luz que irradia.
La oscuridad es también el hábitat de cuchillos de sombras
y flautas de hueso en busca de carne inocente.
especialmente la noche de aquellos que escondidos
en la penumbra insidiosa, quieren despedazar tu luz.
Escribe retazos sobre esquelas que anuncien fanfarrias
y guarda la esencia o deshojaran tus libros sin piedad.
¡A la hoguera! gritaran  sobre tu cadalso

¡A la hoguera! gritaran mientras bailan sobre tu tumba. 

domingo, 26 de julio de 2015

Una reflexión con sabor a despedida y cuerdas de violín








En ocasiones nos suceden cosas que hacen que nuestra percepción de la vida cambie. No tienen que ser necesariamente una cadena de hechos funestos o agradables, ni tan siquiera un fortuito golpe de suerte o desgracia. A veces es tan sencillo como tomar la adecuada distancia física para comprender que dicha distancia tan solo es un complemento de la distancia que siempre existió entre nosotros y algunas de las personas de nuestro entorno. Acontecimientos puntuales que subrayan una frase escrita hace demasiado tiempo y nos hacen entender que las convenciones sociales o las convicciones sociales pueden alejarnos de la verdadera perspectiva y con ella de la realidad, formando en nuestra mente a través de nuestros recuerdos una telaraña de excusas y justificaciones para dar un sentido a lo que no logramos entender. En el fondo no es muy diferente de escribir una ficción salvo por el detalle de que al escribir dicha ficción somos conscientes de que lo hacemos y en el primer caso es el subconsciente quien nos ayuda para protegernos del dolor.
Una de las convenciones sociales más aceptadas y practicadas es la de enterrar a nuestros muertos entre elogios de vida incluso en el caso de que tal vida no tuviese demasiados motivos de elogio. Otra de las convenciones sociales es la de enterrar a nuestros vivos también en vida de diversas maneras y sorprendernos cuando ellos de alguna manera intentan hacernos saber que no están muertos, que nunca lo estuvieron.
Hoy quiero dejar mis recuerdos y mi adiós a una de esas personas que no hizo con su vida nada importante más allá de aceptar sus responsabilidades y afrontar como mejor supo y pudo las consecuencias de sus actos. Alguien que como tantos otros nunca será recordado ni elogiado en las redes sociales, porque sencillamente fue un anónimo más, como tantos otros que viven y mueren de paso por esta vida que en el fondo y como afirmaba Séneca “ solo es un camino hacia la muerte”
Que la tierra te sea leve tío y te llegue mi adiós en la distancia.

viernes, 24 de julio de 2015

VERSOS DE HIELO Y ESCARCHA.

Para Daniel con todo mi cariño porque en él encontré en Chile a todos los hermanos que dejé en España.

La noche se acerca con danza de musas
y cortejo de duendes traviesos que juegan a ser palabras.
La luna extiende su brazo, golpea traviesa
los cristales con sus rayos oblicuos.
Aún pienso en la conveniencia y distancia
que existe entre extender las alas o tejerse
un capullo con versos de hielo y escarcha.
Tal vez es necesario volar con alas de murciélago
para escribir sobre el negro manto de las horas

en que todos sueñan dormidos y los poetas despiertos.

domingo, 19 de julio de 2015

EL VIAJE

Contaba los minutos que le separaban del adiós que nadie quiso darle mientras los motores encendidos entonaban en su sonar la obertura de un nuevo comienzo, la noche era más oscura que nunca y la sala de embarque del aeropuerto se abría como una inmensa despedida. A su alrededor pululaban los que serían compañeros de viaje formando una fila para ser engullidos de manera ordenada por el vientre del 777 que en pocos minutos despegaría dejando atrás aquel mundo gastado para él, a aquellas personas que un día dejaron de ser cercanas, o tal vez (en el fondo siempre lo supo) nunca lo fueron. Un nudo en la garganta y demasiados desengaños en el equipaje; éste no era uno de tantos viajes, ahora tenía la clara certeza de que ya no había hogar o lugar al que regresar, que nunca lo hubo más allá de sus intentos de aferrarse a los vestigios de un pasado y un entorno familiar. Sólos nacemos pensó, y sólos moriremos, el camino de la vida es en el fondo un desierto particular para todos y cada uno de nosotros.

El 777 comenzó a tomar velocidad y distancia del suelo, y mientras las luces se alejaban y empequeñecían entendió que nada sería igual, que todo era diferente desde ese mismo instante. Se acomodó en su asiento dando la espalda al pasado y dejándose llevar sin mirar hacia atrás.

martes, 23 de junio de 2015

TIEMPO PRESTADO.



Pedí  tiempo prestado al destino
para tomar una última cerveza
entre tus labios, olvidando que cobra
intereses atrasados y siempre
gana en la ruleta de la fortuna.
Pero no puedo evitar esperar la noche
para escribir versos sobre tu piel
acentuada por la concupiscencia
y clamar al cielo mi pecado original
que no es otro que el de amarte
sobre todas las cosas,
tal vez porque estoy cansado
de pasar un calendario de arrugas
sobre la copa de un trago amargo
de labios que no dicen nada ni al besar.
El desierto nunca me fue desconocido,
tampoco la sed y el hastío de falsos
profetas que se adornan los domingos
para vender sus mentiras al mejor postor
mientras ocultan  cadáveres bajo sus mantos.
Prefiero rezar en la soledad
de cualquier esquina olvidada por el mundo

y volver cada tarde a tus brazos redentores. 

viernes, 8 de mayo de 2015

CON SABOR A MI PROPIA CIRCUNSTANCIA.

Considero que estoy en paz con Dios y con la vida,
por eso ahora puedo tomar cerveza en un confesionario.
Ver el futbol por matar las horas, caminar por las calles
sin pedir excusas, cruzar la vida sin pedir permiso.
Escribirle aullidos a la luna o hacer el amor con un cigarrillo
entre los labios y una copa de tequila medio llena.
Reírme de quien lleva “su virtud” maloliente en los sobacos.
No pretendo escribir poemas rancios con olor a lo de siempre,
tan solo versos impregnados de mi mismo y mi propia circunstancia,
aunque no siempre me guste el sabor de sus palabras.
En el fondo escribir es algo parecido a sacar la basura a la calle.


martes, 21 de abril de 2015

UN TAXI A NINGUNA PARTE


La noche se descuelga por cada minuto
de éste reloj somnoliento que teje sombras
con los pálidos reflejos de la luna.
Tal vez las calles vacías se lleven
en sus bolsillos la sequía de tantas horas
deshilachadas con el cambio justo
para tomar un taxi y dirigirse a ninguna parte.
En el fondo todo es un dirigirse a ninguna parte
mientras soñamos que la vida existe
entre los labios de cualquier beso despistado
con la suficiente humedad para calmar la sed
de cualquier madrugada apresada entre dos copas
con mucho hielo y soledad concentrada.
Tal vez hoy estoy borracho de mí mismo
y se me escapan ríos de versos por las mejillas,
mientras recuerdo que los recuerdos duelen
como cartas sin escribir y palabras ahogadas
entre el orgullo y la indolencia.
Quizás lo único que tenemos en la vida
es sencillamente la propia vida.

viernes, 10 de abril de 2015

CRÓNICAS DE UN PUEBLO FANTASMA.

Nací en uno de esos lugares que uno jamás elegiría por propia voluntad. Un pueblucho del que es mejor salir cuanto antes para volver lo menos posible. Si existiese un centro geográfico de la mediocridad, la envidia y la mala leche ignorante... ese triste villorio sería sin duda la capital del reino. Tengo recuerdos felices de él ciertamente, pero casi todos ellos ligados a la infancia y arropados por la inocencia que da la misma. Tal vez con los lugares ocurre lo mismo que con las personas, y vistos desde la niñez  se elevan para ir bajando en la misma medida que crecemos en edad y uso de razón. Lo cierto es que dejando a un lado los pequeños vestigios monumentales de un  pasado con cierta gloria y cultura sumados a la huella que dejaron algunos personajes relevantes en la historia (personajes que de seguro no volverían ni a golpe de fusil) más los restos de un entorno aceptable para hacer turismo de pocos días y adiós, aquello es lo más parecido a una ciudad fronteriza del viejo oeste con todo un repertorio de villanos tontos, villanos malos y los pocos que intentan sobrevivir a las consecuencias de los actos de los dos primeros.
Tal vez suene mi relato a ingratitud, ¿pero que gratitud se le debe a un triste pueblucho (o sus habitantes) que siempre fue ingrato para con aquellos de sus hijos que intentaron darle lo mejor que de ellos mismos podían? en fin, sin entrar en demasiadas disquisiciones filosóficas sobre la gratitud, el bien y el mal lo cierto es que cada cual cuenta la guerra según la vivió y esto no deja de ser un relato fruto de la imaginación y con las pertinentes licencias que cualquier autor se toma al escribir.


En teoría situaremos dicho villorio en la meseta central más bien orientado al sur de una cordillera como tantas otras en España, uno de esos pueblos con castillo, iglesia y puente románicos, un convento santuario de una de tantas órdenes religiosas, algún viejo palacete que se queda (como el resto de la población) en pura fachada y ruinas en su interior, y vestigios de poblados celtas salpicando su entorno devastado por los fuegos y la baja calidad moral de sus gobiernos municipales sin excepción sumados a la indolencia envidiosa de sus habitantes.
Ya situados literaria y geográficamente en éste relato ficticio podemos (creo yo) desarrollar la pequeña historia de uno de tantos habitantes del mismo.


Se levantó como cada mañana, asustada.
En el fondo siempre supo que jamás sería nada, que lo único bueno que había en ella es lo que fue capaz de arrebatar con mejores o peores intenciones a la vida para compensar lo que nunca podría llegar a ser por sí misma, y cuarenta años después el espejo le devolvía con burla la imagen de su verdadero rostro: arrugas, vulgaridad, arribismo y frivolidad.
Un embarazo no deseado, un matrimonio prematuro, otro embarazo, deseado esta vez y un patético curriculum como empleada de tienda, sin talento, sin escrúpulos sumados a su insana ambición era toda la suma de sus logros en la vida. Al menos el destino, aunque fuese por accidente le dio el compañero adecuado, tan mediocre, vulgar y arribista como ella misma, y un simpático hermano menor haciendo el papel de perrito faldero de la casa entre permisos.
Se pellizcó las mejillas ante su propio reflejo rodeado por algunos estantes con libros jamás leídos y novelas baratas de amor que tal vez la ayudaban a soñar con una realidad distinta mientras maquillaba una mañana más la máscara de sus facciones envejecidas y desencajadas por demasiados años de insatisfacciones. En el fondo, y ella lo sabía; su casa, su familia y su día a día le hacían sentir que eran poco más que unos tristes gusanitos de seda encerrados en una cajita con hojas de dinero, algunos perros y ninguna posibilidad de transformarse en crisálida.

Una vez vestida tomo su automóvil para incorporarse al cauce de esa pequeña marea humana no muy distinta a ella en sus diversas circunstancias, y dejar pasar las horas de una existencia vacía e inútil, como tantas otras en esa pequeña localidad fantasmática. 

jueves, 12 de marzo de 2015

SÓLO SUEÑO QUE ESTOY SOÑANDO.



Despierto sudoroso y con la boca pastosa de silencios,

sin embargo la noche es refrescante

y la brisa marina se desliza por las cortinas abiertas

de una terraza con la mirada perdida en la ensenada.

Me siento inquieto ante un presentimiento

que intenta nacer entre anticonceptivos demagógicos

y no entiendo la pregunta formulada

con interrogantes encadenados. Un sofisma repta

entre los labios del político de turno, tal vez sea la imaginación

o su lengua bífida, pero no consigo comprender su verdad.

La verdad es que no comprendo la verdad más allá

del obrero que llora las horas de sudor y hastío

mientras sueña con reconstruir las ruinas de su hogar.

Tal vez no entiendo de castas o comprendo

que la semántica es una excusa para engañar las circunstancias.

Es un mal sueño del que nunca te despiertas del todo,

ya que los sueños están regulados por decreto ley

para proteger la libertad de los custodios de la democracia.

En el fondo todos somos estatuas de sal

que rinden pleitesía a gigantes con los pies de barro

y las manos teñidas de oro y sangre.

O tal vez sólo sueño que estoy soñando.

sábado, 28 de febrero de 2015

En el fondo uno más de tantos. (microrelato)


Luisito era un triste personaje con tanto pelo cómo humanidad. Le gustaba usar faldas desde siempre, con predilección por los tonos marrones con capucha a juego, tal vez por cubrir su calva además de sus falsas apariencias. Nunca fue alegre ni cuerdo, la verdad, pero sí una gran mala persona que jugaba a no serlo. Luisito era también cobarde y mezquino, con pocas luces y grandes deseos de hacer pagar al mundo todas sus frustraciones. Nunca encajó demasiado bien en lugar alguno debido a su sociopatía. Necesitaba encontrar el lugar adecuado para desarrollarse, esconderse entre personas como él. Hace algunos años comenzó a sentirse realizado como sacerdote en una de tantas órdenes religiosas de la iglesia católica. Hoy por fin consigue levantarse cada día sabiendo que está en el lugar adecuado para dar rienda a suelta a toda su maldad apoyado por una gran institución que persigue los mismos fines que él.