viernes, 21 de octubre de 2016

LA ORDEN DE LOS ORATES.

Cuenta la leyenda que un boca chanclas de barrio, sin oficio pero con ganas de obtener beneficio,  cansado de extender rumores y opiniones infundadas por las calles se retiró al desierto de los lerdos a buscarse a sí mismo. Durante más de cuarenta días vagó por las dunas de telecirco absorbiendo toda la sabiduría concentrada en “Gran hermano”  “Salvados” “sálvame de lux” y otros espacios filosófico urbanos parecidos.

Viéndose preparado para proclamarse mesías indiscutible y zaratustra universal, rogó al “santo Cristo del kalimocho” que le fortaleciese y concediera iluminación profética. El Santo Cristo apiadado por su sufrimiento decidió probar su fe, enviando algunos de sus profetas. En primer lugar le envió  a “Willy Tolerdo” el oráculo de la incontinencia fecal, y nuestro querido boca chanclas tuvo su primera revelación. Fortalecido por esa revelación siguió caminando hasta su siguiente encuentro con el oráculo del “Gran Wyoming” que a pesar de parecerlo no se encuentra en Estados Unidos  (aunque le gustaría). Fortalecido con esa segunda revelación y viéndole preparado el “santo Cristo del kalimocho”   para la sabiduría total, puso en su camino al oráculo de los oráculos, al Gran Dragón de la intelectualidad, al tentador entre tentadores… “El Oráculo de la Tuerka,” que se le apareció con brillante armadura roja y larga coleta de sedoso cabello bastante graso.

¡Estás preparado! le dijo el “Oráculo de la Tuerka” has sabido vaciar por completo tu mente. Yo te concedo la heráldica de la hoz, el martillo, el perro y la flauta. Con esas armas y otras que te serán concedidas presentaras la batalla entre el bien y el mal. Ya no eres un boca chanclas de barrio sin más, ahora tienes nombre propio en nuestra sagrada orden morada de los orates. De hoy en adelante serás conocido como Juan Lanas Borrego, protector del turbante, el hacha, la serpiente y azote de las hordas fascistas.

Al volver a su antiguo hogar de okupación Juan Lanas Borrego se encontró con el último regalo del Gran Oráculo: Un ordenador portátil con conexión a internet de banda ancha  y cuentas abiertas en todas las redes sociales.