lunes, 5 de junio de 2017

Para algunos, Dios es el jefe de una banda terrorista

y le dedican sacrificios humanos que nunca pidió.

Sus legiones son anónimas, acólitos que asesinan el cuerpo,

acólitos que asesinan la razón  por un puñado de 

petrodólares

y zombis catatónicos que ven cultura en ello.

Para otros Dios es una excusa dogmatica sin más 

fundamento que el pan suyo de cada día.

Los más imbéciles piensan que Dios es un partido político,

y votan a “sus representantes” en las urnas.

Algunos no conocen a Dios y le niegan.

Otros olvidamos a Dios hace tiempo.

Así no hay Dios que viva.

Tal vez es cierto que Dios ha muerto, o camina perdido entre

 psiquiatras al ver la locura de la creación, 

ayer lo vieron de copas en una sacristía

con un monaguillo que perdió su inocencia en un 

confesionario.  

Tal vez es culpa del libre albedrio o la libre estupidez 

humana,

aunque yo sospecho que la primera manzana estaba 

caducada.