viernes, 25 de noviembre de 2016

Soneto a la buena muerte


Yo no sé si espero más de la vida
o de la muerte que me aguarda en vela.
Gasté la suerte que el mortal anhela
y el descanso que al morir convida.

Me fui despidiendo de todo sin ira,
olvidé  mis olvidos, calmé mis enojos
domestiqué mis pasiones y arrojos
me aferré al perdón, abrace la lira.

Y si Dios perdona a quien le olvida,
que perdone los olvidos temerarios 
y tal vez muriendo de aquella suerte,

yo perdone la muerte que me brinda,
Él perdone la vida y sus agravios, 
y poder morir los dos plácidamente. 

Jesús De Castro.

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