domingo, 20 de febrero de 2011

ORACIÓN.

Arrodillado en mí silencio
Me pierdo en el infinito
Y entre sencillas plegarias
Yo te busco Padre mío.

La cruz me recuerda
Tu valiente sacrificio,
La bondad de quien
Se entrega, por amor
Al suplicio.

La cruz de tu inmenso
Amor,
La cruz ante la que me
Arrodillo.
Toda mi vida me lleva
Al altar de tus designios.

Soy arcilla entre tus dedos
¡Alfarero Divino!
Soy el barro que tus manos
Moldean en el destino.

Miro al cielo y te encuentro,
Y te veo entre las aguas del río,
Y entre ramas arbóreas
O el trinar de pajarillos.

Te veo al despuntar la noche
En tu universo encendido,
Vestido con mil estrellas
De resplandecientes fulgores
Por saber que están contigo.

El mundo quiere olvidarte,
Mas yo, ¡Padre, no te olvido!
Por eso al arrodillarme
Te busco en el infinito,
Y entre sencillas plegarias
Me gusta hablar contigo.

¡Padre mío!

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