martes, 3 de mayo de 2011

NADA NUEVO BAJO EL SOL.



Existen días en los que una persona va de sorpresa en sorpresa, y existen días (por desgracia la mayoría) en que se debe proclamar con tristeza aquello de  “nada nuevo bajo el sol”.
La sociedad actual me recuerda aquellas reflexiones de Platón en su alegoría de la caverna, reflexiones en las que llegaba a la conclusión de como se puede vivir instalado en el engaño o el autoengaño y ser capaces de defender hasta la muerte esa inmensa mascarada existencial, por lo interesante de sus conclusiones y el paralelismo que intento establecer quiero dejar un resumen de las mismas:

Imaginemos una caverna y unos hombres que viven allí desde su niñez, atados de pies y manos y sujetos por el cuello, de forma que no pueden volver la vista hacia atrás. A sus espaldas, y en un lugar más elevado, hay un fuego que les alumbra y una tapia. A lo largo de la tapia pasan hombres portando diversos objetos, hablando o en silencio. Los cautivos creen que la realidad son las sombras que se proyectan en el fondo de la caverna. Si a uno de ellos se le liberara para que pudiera dejar la caverna, al principio se sentiría deslumbrado y trataría de volver atrás. Si consiguiese subir por el áspero y escarpado sendero hasta llegar a la luz del Sol, sus ojos no distinguirían nada al principio, pero poco a poco conseguiría ver sombras, luego imágenes reflejadas, luego objetos, hasta llegar al Sol. Entonces comprendería la realidad y sentiría pena por sus compañeros cautivos. Pero si volviera a la caverna, sus compañeros le dirían que perdió la visión de las cosas y que estaba equivocado. Más aún, si intentara liberar a los presos, éstos querrían matarle.

En la misma forma que la gimnasia se encarga de mantener sano al cuerpo a través de las diferentes etapas de la vida, la Filosofía ayuda al alma a pasar de la región de las sombras a la luz, de la ignorancia a la sabiduría. A los ojos del alma se les tiene que educar desde pequeños, pues cuesta acostumbrarse paulatinamente a la luz de la sabiduría.
 El Platonismo no es una simple fórmula, es ir a la raíz de los problemas. Sólo después de haberse acercado por mucho tiempo a estos problemas (de la Naturaleza y del hombre), y después de haber vivido y discutido en común su verdadero significado, surge una chispa y crece después por sí solo.
En la actual sociedad; adoctrinada, convencida y amansada por el discurso de ¿lo políticamente correcto?, el discurso populista de moda y una extraordinaria capacidad de ser más papista que el Papa, todo ello mezclado con una dosis de supina ignorancia sobre casi todo, y desde luego con un atrevimiento mayor aún que la ignorancia, (un pulpito cada vez más frecuentado) no es nada infrecuente escuchar opiniones basadas en la nueva mentira por vender; opiniones que incluso se permiten etiquetar cualquier nota discordante, especialmente cuando dicha sociedad sufre a grandes rasgos EL SÍNDROME DE CASANDRA.

Como comentaba al comenzar este articulo: “Nada nuevo bajo el sol”

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