viernes, 4 de enero de 2013

MENOS ES MÁS


¿Qué es todo, cuándo todo cabe en tu corazón?

¿Qué es nada, cuando nada lo significa todo?

Trotamundos errante en el tío vivo de la vida.

En ocasiones jinete  eventual de las circunstancias

de cualquier caballito de cartón.

A veces autoestopista sin sentido de la orientación,

perdido en el bullicio que se forma en el giro

interminable, aturdido por la sonoridad del sinsentido urbano.

 
Prefiero tomarme un descanso antes de seguir

haciendo senderismo por los titulares mediáticos

o esquelas inacabadas con fecha de caducidad.

Tal vez cobijarme bajo las ramas eremitas

de la espiritualidad, allí donde no llega la abrasión

producida por las rebajas de enero en cualquier lugar

del calendario establecido por el Corte Inglés de turno.

 
Debe ser que hace tiempo cayó de mis manos adormecidas

la bolsa biodegradable y ecologista cargada con las frustraciones

del consumismo social, y me encontré con las manos llenas:

 

De sentimientos para compartir.

De abrazos para regalar.

De palabras para consolar.

De intenciones.

De lágrimas que enjugar con las yemas de los dedos.

O poemas por escribir.

 
 Y es en ese preciso instante cuando comprendo

que nada lo significa todo, y la totalidad de todo

se reduce a una inmensa nada artificial creada

por cualquier moda destinada a vaciarnos los bolsillos

ocupando un lugar prescindible en los estantes del alma.


¿Me estaré volviendo por fin más sabio,

o sencillamente más humano?

Tal vez la verdadera riqueza está tan escondida

entre tantas etiquetas rebajadas de precio

que resulta imposible de encontrar con los ojos abiertos,

y el corazón cerrado. Los bolsillos cargados

son un lastre que nos hunde en la marisma.

Cadáveres con los ojos abiertos flotando

en los pasillos de cualquier centro comercial

rodeado a su vez por los vivos que perdieron

incluso la oportunidad de vivir:

 

Unos seres molestos que recuerdan

que existe la conciencia con las manos

extendidas hacia la muerte que pulula

cargada con bolsas y más bolsas repletas

de superficialidad.

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