martes, 23 de diciembre de 2014

POEMA DEL EXILIO.

Hoy que la luna nace teñida de sangre
comprendo que debo cruzar océanos,
metamorfosearme en hoja sin destino
y descolgarme de la vieja rama que agoniza
sin sombra que me alivie o alimente.
Y quien sabe a qué orilla arribaré
o que puerto me dará cobijo en la tormenta,
que viento me impulsará como una cometa
de versos sin pañuelo o remite.
Tal vez el camino sea el de unos zapatos gastados
que miran con tristeza aquel escaparate
antes lleno de luces de neón y maniquíes sonrientes.
Me voy como una sombra fugitiva, huérfano
y con los bolsillos llenos de lágrimas.
Yo no sé si soy el exilio de un poema

o un poeta exiliado de sí mismo.

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