martes, 24 de julio de 2018


Hoy me desperté con un pensamiento recurrente:
“La vida es como ceniza entre los dedos del tiempo”.
Debe ser la edad pero no puedo evitar imaginar
el final de la existencia como colillas arrugadas
y aplastadas en un enorme cenicero social.
Amarillos sus filtros con manchas de nicotina.
También habanos medio consumidos por la extravagancia.
En el fondo todos somos fumadores,
pero no todos consumimos la misma marca que nos consume.
Tal vez somos iguales ante el oxigeno que nos alimenta
mientras oxida nuestra vida, extraña paradoja.
Me gusta el oxigeno mezclado con tabaco.
Somos bailarines con nudo corredizo en torno a nuestras gargantas
cigarrillos medio consumidos esperando su turno
vasos medio llenos y medio vacíos.
Yo prefiero ser habano, son más exclusivos que los cigarrillos
formados de a veinte en la misma cajetilla
Su sabor es más placentero y se alarga la fumada.
Una vez fui cigarrillo pero detesto las marcas comerciales.

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