domingo, 20 de marzo de 2011

EN EL INTERIOR DE NUESTRAS BOCAS.

EN EL INTERIOR DE NUESTRAS BOCAS.
Sutil como un perfume
Me va llegando tu aliento
Y yo no sé como siento
Al pensar en tus virtudes.
Acerco temblorosas,
Dos promesas a tus labios
Lavando mis desengaños
En el agua de tus rosas.
Me muero en tus coralinos
Que me aguardan entreabiertos
Sellando hermosos misterios
En los más hondos sentidos.
Yo no sé si apresarte
O sentirme prisionero;
Mil más quisiera darte
Si aceptas éste primero.
Yo quiero morir en tu boca
Y vivir en tu interior,
Posar mi lengua en tu lengua
Y comer de tu sabor.
Me pierdo despierto entre nubes
Acaricio sueños encordelados,
Hasta mí llegó tu perfume,
Querida me doy por besado.
Quisiera escribir mil caricias
Y acercarlas a tu oído,
Esculpirte una sonrisa
Y arrancarte mil gemidos.
Empieza a faltarme el genio
Agotado entre suspiros,
Mas quiero acabar éste beso
Y mandártelo encendido.
No, no lo apagues en tu boca,
Deja que construya nido,
Que recorra tus rincones
Y duerma junto a tu alcoba.
Éste beso Inés, es mío,
Que duerma en tus almohadones.
No le riñas por travieso,
Que no es esa la intención.
Deja que en tus sueños
Recorra la habitación,
Que te arrope con su aliento
Y te guarde con su amor.
Al despertar en la mañana
Se acercará a tu sonrisa
Para dejarla sellada
Con húmedas caricias.
Cuídalo,

dale ternura No pienses si es locura
Que despierta el corazón,
Que es mejor vivir por besos
Que morir de desazón.
Ya no sé si ser poeta
Y escribirte mil delicias
O ser de tu boca inquieta
La más dulce caricia.
Tal vez esta poesía
Te pueda saber a poca,
Repitamos cada día
En el interior de nuestras bocas

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