miércoles, 20 de abril de 2011

POEMAS RELIGIOSOS

Soy católico practicante y me siento muy orgulloso de mi fe, en estos días tan señalados quiero dejar una serie de poemas dedicados a todos los cristianos.



ORACIÓN.
Arrodillado en mí silencio
me pierdo en el infinito
y entre sencillas plegarias
yo te busco Padre mío.

La cruz me recuerda
tu valiente sacrificio,
la bondad de quien
se entrega, por amor
al suplicio.

la cruz de tu inmenso
Amor,
la cruz ante la que me
Arrodillo.
Toda mi vida me lleva
al altar de tus designios.

Soy arcilla entre tus dedos
¡Alfarero Divino!
Soy el barro que tus manos
moldean en el destino.

Miro al cielo y te encuentro,
y te veo entre las aguas del río,
y entre ramas arbóreas
o el trinar de pajarillos.

Te veo al despuntar la noche
en tu universo encendido,
vestido con mil estrellas
de resplandecientes fulgores
por saber que están contigo.

El mundo quiere olvidarte,
mas yo, ¡Padre, no te olvido!
por eso al arrodillarme
te busco en el infinito,
y entre sencillas plegarias
me gusta hablar contigo.
¡Padre mío!


CRUCIFIXIÓN.
Las nubes cubren el cielo,
lo tiñen de un luto infinito
y tocan truenos a difuntos
con rayos encendidos.
La tierra se estremece
con mil temblores distintos,
se desatan las aguas en lluvias
y bajan llorando los ríos.
Grises golondrinas sobrevuelan
el madero del suplicio.
El Padre llora en lo eterno,
la Madre sobre el madero
se aferra a los pies del hijo.
Clavos ensangrentados
maldicen su destino,
y una corona de espinas
condena el daño infligido.
El mundo se detiene un instante
Ante la muerte del Cristo.


CREACIÓN.
Como nada hubo antes,
nada fue, si no lo Eterno.
Y lo Eterno describió
imágenes,
y la Palabra las hizo realidad.
Y de la nada, surgieron
cielo y tierra.
Y la Palabra separó
la luz de las tinieblas,
y las aguas de la tierra.
cual semillas divinas,
palabras sembraron
la tierra de vegetación. 
Especies de animales
surgieron para poblar
las aguas y las tierras.
Y del barro y el aliento
surgió el primer hombre,
y de él, su compañera.
Y surgió la tentación,
y con ella el desafío
y la gran caída
entre manzanas podridas.


CAÍN Y ABEL.

Envidioso de las preces
de su hermano
pensamientos feroces
rasgaron su entendimiento.
Y clamó desde la tierra enrojecida
la sangre de un Abel muerto.
Errante, fugitivo y homicida
huyó el mal hermano del lamento.
Con la frente marcada de vileza
siete sellos protegen la huída.
Encuentra nuevo hogar el fratricida,
y encuentra cuna su progenie.
____ _____ _______
Como todos somos hijos Caín;
el mundo no ha cambiado mucho
desde entonces.


A TI VENGO (Sonetillo)

Vengo a ti, en recogimiento,
para calmar mi inquietud,
porque se vuelva virtud,
cuando me llegue tu aliento.

Y reclamo tu presencia,
pues tú me llenas el alma,
y truecas tormenta en calma
con tu sola omnipotencia.

A tu bondad, padre pido
que llueva de ti clemencia
sobre éste mundo perdido,

Y concedas la indulgencia
a quien en Cristo ha vivido
la fe que mueve tu esencia.

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